¡Observación, horas de sueño y... malabares!

¡Observación, horas de sueño y... malabares!

Hace poco compartí por stories una situación que me había sucedido con mi hijo. 

Un domingo se quedó dormido en el coche de vuelta a casa sobre las 18h (en un trayecto de 10 min), y finalmente después de intentar despertarle varias veces sin éxito, le pusimos en su cama y durmió hasta el día siguiente. Se despertó a las 7:30h. Durmió 13h.


¿Por qué sucedió esto?


Al principio, mi intención era despertarle, porque no creía que podía dormir hasta el día siguiente (no es un niño que entendamos como “dormilón”), pero después, me paré, analicé la situación y entendí qué pasaba.


¿Qué preguntas me hice?


  • ¿Había hecho siesta? No. Se había saltado la siesta. A su edad (casi 4 años) es difícil que la haga los fines de semana, pero precisamente por este motivo, no pensaba que saltarse la siesta pudiera justificar esta ansia de sueño.

  • ¿A qué hora se había despertado? A las 8h. Es su hora de despertarse (media hora arriba/media hora abajo). No era un hecho destacable. Seguía sin entender por qué tenía tanto sueño.

  • ¿A qué hora se había ido a dormir la noche anterior? Y aquí tenía la respuesta. La noche del sábado la había pasado en casa de los abuelos y me comentaron que se había ido a dormir a las 24h. Ir a casa de los abuelos le encanta, y dormir ahí aún más, pero claro, es “fiesta” asegurada. Había dormido sólo 8h. Él necesita mínimo 10h de sueño nocturno para estar bien.


Cuando recordé este último punto entendí porque no había manera de despertarle, y entonces me tranquilicé y presentí que ya dormiría hasta el día siguiente. Y así fué. Compensó la deuda de sueño que arrastraba o casi.


¿Por qué te cuento todo esto?


Pues te lo cuento porque es muy importante observar y entender las horas de sueño que necesita tu peque. De esta manera, cuando haya desajustes (sobre todo suele haberlos el fin de semana) sabrás cómo actuar en consecuencia, o bien haciendo alguna siesta de emergencia o bien modificando la hora de acostarle.


Recuerda siempre preguntarte lo siguiente:

  • ¿Cuantas horas de sueño diurno necesita mi peque?
  • ¿Ha hecho todas las siestas? ¿Cuánto han durado?
  • ¿Cuantas horas de sueño nocturno necesita mi peque?
  • ¿A qué hora se ha acostado y a qué hora se ha despertado?
  • ¿Cómo ha dormido durante la noche? ¿Ha tenido desvelos?
  • Observa a tu peque ¿Cómo se muestra? ¿Lo ves más adormecido, cansado o irritable de lo normal?
  • ¿Ha estado más estimulado que habitualmente?

Ten en cuenta que los peques son muy sensibles a los cambios y cualquier desajuste les puede afectar. ¡Habitúate a hacerte estas preguntas y así aprenderás a hacer malabares!

 

Pd. Dicho todo esto, debemos intentar romper lo menos posible sus rutinas. Deberían ser casos muy puntuales.

En mi caso, mi hijo durmió 13h, pero por otro lado, tuvo varios terrores nocturnos debido al sobre cansancio, por lo que no descansó del todo bien. 

 

 

 

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.